Lo primero que tuve claro antes incluso de plasmar esta historia en alguna parte fue que Alma sería una historia diferente; diferente en muchos sentidos. Incluso el día que tuve frente a mí el primer boceto terminado, no tenía muy claro en qué categoría podía clasificar lo que acababa de escribir. No podía adjuntarle ningún género que destacara por encima de los demás. Pensé »al menos, el de novela de ficción sí», pero a día de hoy, sigo preguntándome: ¿realmente es una historia de ficción lo que he escrito?
Creo que Alma abarca tantos temas de la sociedad que es difícil poder escoger uno solo. Hay veces en las que he pensado que mi libro no podía ser otra cosa que un thriller. Otras que era una novela de fantasía, y otras en las que era una historia de amor. Y sé que cualquiera que la haya leído sabrá por qué…
Creo que eso es lo mejor que tiene este libro. Que desde que salió ha llamado la atención de un público muy diferente, y el efecto que ha dejado en las personas después de acabarlo ha sido bastante bueno. Incluso mejor del que esperaba. Hay quienes me han dicho que no suelen leer thrillers, pero que Alma tiene algo »especial» y »diferente», y por eso sintieron muchas ganas de leerlo desde el primero momento.
UNA REFLEXIÓN CONTINUA
Creo que Alma es una constante reflexión sobre la vida. Conforme la lectura va avanzando, pueden aparecer muchas preguntas diferentes en nuestra mente: ¿Tendemos a prejuzgar a la gente antes de conocerla? ¿Infravaloramos las capacidades y la inteligencia de la gente más joven? ¿Prestamos la suficiente atención a nuestros seres queridos? ¿Podemos intuir cuando alguien que queremos corre peligro? e incluso… ¿Es posible que dos personas puedan llegar a quererse tanto y con tanta fuerza?
¿FICCIÓN O REALIDAD?
Antes he dicho que alguna vez he llegado a pensar que esta historia no es del todo ficción. Una de las razones es porque dentro de la trama narro situaciones que están muy presentes en la sociedad actual (especialmente una de ellas, por desgracia). Aunque no me refiero solamente a la temática cuando hablo sobre »una historia más real de lo que parece», sino porque, al mirarla con perspectiva, he visto en mi propio libro el reflejo de historias y situaciones en las que me he encontrado en algún momento de mi vida. Ya sea habiéndolas vivido a través de alguien cercano o en primera persona.
El caso es, que al acabarlo, he visto más de mí en esta historia de lo que creía que vería cuando la empecé a escribir.
Tal vez esto sea lo que sienten la mayoría de autores cuando acaban sus obras. No hablo ya solo de escritores, sino de artistas de otro tipo, como ilustradores o músicos. Al fin y al cabo, esta ha sido la primera novela que he acabado y también la primera que me he atrevido a compartir con el mundo. Pero, si es así, si esta es la sensación tan bonita que siente el creador al mirar su trabajosa obra acabada, no quiero dejar de sentirla nunca.